¿Tortilla de patatas?¿Toros? ... y que me dices de esa tapita de chorizo
con pan, acompañado siempre de un buen chato de vino tinto. Irresistible, sí, a este país siempre le ha gustado el chorizo. Nos gusta tanto que lo elevamos a posiciones altísimas, Reales o incluso Divinas. El ya Tipical Spanish Chorizo se extiende por todo el territorio como una plaga y llega a todos los rincones. No hay hueco o solar en cualquier comunidad, provincia o ciudad donde no puedas degustar algún Chorizo de calidad. Hay que acompañar siempre al Chorizo con un buen Vino para convertirlo en manjar sagrado, porque si no, puede atragantarse en el gaznate. Ayer mismo, un día que podría haber sido simplemente el último de Noviembre, en el cual, por cierto, algunas personas todavía costumbristas me felicitaron (cosa que tampoco disgusta, gracias) se convirtió de nuevo en una gran orgía Choricística. A media mañana de ayer nos sorprendió que alguien desperdiciara toneladas de chorizos, mezclandolos con otros miles más que ya habían requisado y que siguen apareciendo, ocultados, como Chorizos gran reserva. Se quedan con los Chorizos que nos tocan, para que tú comas sucedáneo de Chorizo... llamemosle morcilla patatera. Está claro, no hay Chorizo para todos, y a los pobres ingenuos nos dejan el alcohol con colorante rojo oscuro que calienta las orejas y le llaman vino barato para que pienses que bebes Vino Tinto, y además te dan una ración de morcilla patatera con un mendrugo de pan duro, para que tu ilusión te haga pensar que comes, como ellos, Chorizo. Y en vez de repartirlo, llenan sus almacenes de Chorizos, hasta que se pudren, solo para guardar y guardar, y te mantienen alejado de él, lanzándote, como a un perro, de vez en cuando, algun trozo de morcilla patatera. Y cada vez más, tu ilusión se merma, porque te jode ver los Chorizos pudriendose mientras tu, sigues embotando tu cerebro con vino barato, precisamente para no darle importancia al asunto.
Es vergonzoso lo que ocurre en este país... quizá sea hora de reclamar nuestra ración de Chorizo y Vino Tinto, y meterles por el culo a los acaparadores la morcilla patatera y su vino barato. Pero seamos realistas... el poder, por desgracia, lo tendrá siempre el Chorizo.
con pan, acompañado siempre de un buen chato de vino tinto. Irresistible, sí, a este país siempre le ha gustado el chorizo. Nos gusta tanto que lo elevamos a posiciones altísimas, Reales o incluso Divinas. El ya Tipical Spanish Chorizo se extiende por todo el territorio como una plaga y llega a todos los rincones. No hay hueco o solar en cualquier comunidad, provincia o ciudad donde no puedas degustar algún Chorizo de calidad. Hay que acompañar siempre al Chorizo con un buen Vino para convertirlo en manjar sagrado, porque si no, puede atragantarse en el gaznate. Ayer mismo, un día que podría haber sido simplemente el último de Noviembre, en el cual, por cierto, algunas personas todavía costumbristas me felicitaron (cosa que tampoco disgusta, gracias) se convirtió de nuevo en una gran orgía Choricística. A media mañana de ayer nos sorprendió que alguien desperdiciara toneladas de chorizos, mezclandolos con otros miles más que ya habían requisado y que siguen apareciendo, ocultados, como Chorizos gran reserva. Se quedan con los Chorizos que nos tocan, para que tú comas sucedáneo de Chorizo... llamemosle morcilla patatera. Está claro, no hay Chorizo para todos, y a los pobres ingenuos nos dejan el alcohol con colorante rojo oscuro que calienta las orejas y le llaman vino barato para que pienses que bebes Vino Tinto, y además te dan una ración de morcilla patatera con un mendrugo de pan duro, para que tu ilusión te haga pensar que comes, como ellos, Chorizo. Y en vez de repartirlo, llenan sus almacenes de Chorizos, hasta que se pudren, solo para guardar y guardar, y te mantienen alejado de él, lanzándote, como a un perro, de vez en cuando, algun trozo de morcilla patatera. Y cada vez más, tu ilusión se merma, porque te jode ver los Chorizos pudriendose mientras tu, sigues embotando tu cerebro con vino barato, precisamente para no darle importancia al asunto.
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